UNA PERSPECTIVA GENTIL DEL KARATE
Nunca lo que menos importa debe supeditarse a lo que más importa.
Nunca debería ser la configuración externa o continente el motivo de la práctica, sino los elementos quintaesenciales. A tal alusión, hay una perla de sabiduría Oriental que reza así: Si usas las “técnicas” saldrás derrotado. Esto quiere decir que no son las “técnicas” y su glamour lo que verdaderamente importa, y que por extensión, no es mejor la burbuja del judo porque tenga predilección por las proyecciones, o el deslumbrón visual del aikido porque presuma de más luxaciones. Eso nos colocaría de espaldas a lo que importa. Porque lo dicho; las técnicas, sólo son la guinda del pastel, el acabado final del “vaporoso misterio” que verdaderamente importa:
El aire sutil de la manera de proceder.
El filtro fino de la TECNICA por antonomasia (no las técnicas).
Los fascinantes principios que nos enseñan a hacer más con menos.
No el retorcido mundo de las “mañas” que tanto ruido hace.
Y lo digo porque nos consta que, vivimos la rosada nebulosa era de las artes mixtas, y por extensión, el cameo de un karate mixto, en donde por doquier nos ufanamos en blanquear el karate falsamente, engañando sin mentir al incorporar anárquicamente técnicas de otros sistemas sin tener en cuenta la compatibilidad de los fundamentos integradores. Gustando de lo ajeno más por ajeno que por bueno. Y quien felizmente adolece de la patología de incorporar al KARATE técnicas de otros artes, como un circo de notoriedad apariencial en aras de la coherencia del sistema, es que tiene un conocimiento de los artes marciales, que brilla por su ausencia hasta extremos desoladores.
El KARATE ya tiene en sus katas variedad de técnicas de todas las coloraciones, no sólo las de golpeo. Aunque hay que aprender a verlas todas. Dicho esto, conviene señalar que, lo que diferencia al genuino KARATE "CLASICO" (de antes de 1.898) de otros sistemas, y del prosaico KARATE “TRADICIONAL” que camina por las calles de hoy (impuesto con la restauración Meiji como telón de fondo) son sus valores angulares, no las técnicas. Fundamentos que nada tienen que ver con los impostores de tres al cuarto que abriga el “establishment”, tan acriticamente, en el manufacturado KARATE "TRADICIONAL”, y que actúan con la hecatombe de un igualitarismo inaudito, bajando el listón para que lo entiendan los tontos…como por ejemplo:
-Asociar “kime” con la grotesca rigidez muscular instantánea en el impacto, en vez del espléndido flujo de “ki”.
-Disfrazar las posiciones de equilibrio estático y postureo brutal que deja bastante que desear, en vez del equilibrio dinámico que corresponde.
-Pensar que el concepto “hikite”, es llevar el brazo contrario a la cadera, en vez de ser una compensación del sistema sin necesidad de llevar ningún brazo a un sitio específico.
-Usar la cadera a guisa de impenitente generador de fuerza, en vez de direccionador de la misma.
Y toda una plétora de directrices fuertemente sesgadas, no más aberrante de lo que muchos imaginan, sino de lo que seguro pueden imaginar.
Fundamentos crepusculares en zozobra, más sostenidos que demostrados; y con el talento atlético desperdiciado en katas absurdos que se ejecutan a martillazos y que se antojan una caricatura extrema de la realidad, donde ningún contenido práctico sale vivo de ahí, matando y disecando toda relación con el combate. Escamoteando el “kiko-geiko”, y tan anti-persona como la experiencia nos viene demostrando, por la intolerancia para muchos sistemas locomotores.
Salvando negruras, en la quinta parte de “un paseo por la historia alternativa del KARATE”, he mencionado el TUI-TE. Una versión dulce y gentil del TEGUMI donde imperan las exquisitas técnicas de luxación. Tomaré tal pretexto para abrir el zoom de inspiración y tratar de acercar más algún fundamento del karate señero, a los muchos maestros que tengan aguzado el interés.
PARA ELLO, TENGO EN PROYECTO PERENTORIO, UN VIDEO DONDE ESTA VEZ TOMARÉ COMO HERRAMIENTAS, LAS TÉCNICAS DE CONTROL POR LUXACIÓN DEL KARATE.
Y aprovechando la coyuntura, ilustrare de un modo gráfico con esas gráciles técnicas, como herramienta contingente, la belleza del “CEDER” ante la línea de fuerza que resulta de las acciones del adversario. Esta sencillísima experiencia, tan delicada como expresiva, lleva aparejada el “reconocimiento posicional” de una situación particular, donde encaja siempre con cierta mecánica de un kata, al objeto de finalizar al oponente. Lo cual significa que, una vez capturada su intención, hay que guiarle mansamente hacia un final reconocido; en este caso, todo el torrente de técnicas de luxación que están en los katas. A lo que hay que añadir en todo momento, la elasticidad neumática para poder continuar si el oponente realiza una contra-medida inesperada.
En cualquier caso, el reconocimiento posicional (COMO VEREMOS EN EL VIDEO) viene inspirado por los katas. Por tanto, en un estudio mas profundo de campo y después de laboratorio, hay que actuar correlativamente, como casamentero entre las interpretaciones resultantes y el gesto-forma esquemático de los kata.
Parece claro que el esquema motriz (técnica) de cualquier kata ha sido diseñado sobre los cimientos de la intención de un concepto y para una función práctica, pero que esa función puede ampliarse a otras muchas precisamente por la ambigüedad que rodea a cualquier esquema motriz que se precie de ser un esquema. Todo esto viene a demostrar que si bien la intención conceptual del diseñador prima sobre la función eficiente, es realmente la función eficiente la que valida la intención conceptual. Precisamente, la función eficiente que usted descubre en el TEGUMI libre, como artista por excelencia, siendo fiel a los ingeniosos conceptos OKUDEN (secretos), que son principios naturales monumentales que forman el espinazo del KARATE, grabados en el corazón humano con letras eternas, y por ende, tan penetrantes, que iluminan el espíritu humano de un modo inédito.
Nada que ver con lo superfluo que adorna.
De hecho, cuando se quita lo superfluo queda lo esencial. Y…es que "SÓLO CUANDO BAJA LA MAREA, SE SABE QUIEN NADABA DESNUDO"
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