viernes, 23 de diciembre de 2016
martes, 20 de diciembre de 2016
Aclaremos una cosa...
A VER...ACLAREMOS UNA
COSA…
"Cuando se está metido en una adversidad, ya es demasiado tarde para ser cauto".
Acabo de leer un comentario, recibido de un auténtico y archi-conocido maestro de origen japonés, 9º dan de karate, que ha sido motivado por mi último artículo.
El comentario dice así:
Okuden-Shishoukara OKUGI wo TSUTAE SAZUKE rarerukoto (Recurrir al ultimo medio) HIDEN-HIMITSU nishite Tayasuku HITO ni OSHIENAI koto (Secreto).SI QUIERES PUBLICAR ALGO, INFORMATE ANTES, Y ESTUDIA UN POCO MAS DE JAPONES.
Okuden-Shishoukara OKUGI wo TSUTAE SAZUKE rarerukoto (Recurrir al ultimo medio) HIDEN-HIMITSU nishite Tayasuku HITO ni OSHIENAI koto (Secreto).SI QUIERES PUBLICAR ALGO, INFORMATE ANTES, Y ESTUDIA UN POCO MAS DE JAPONES.
Con semejante panorama, el maestro sugiere que el término -OKUDEN- ha sido mal usado por mí, porque debería decirse -HIDEN-.
Tan seguro como que la noche sigue al día, que tengo menos conocimientos del idioma japonés que él. Vamos…supongo que habrá una diferencia como del cero al cien o al mil, da lo mismo.
Pero el caso es que aún así, los argumentos que, a mi entender, naufragan por los cuatro costados hay que aclararlos:
Cuando en artes marciales, lo esencial es invisible a los ojos, se suele calificar de SECRETO.
En mi modesta opinión, el término -OKUDEN- se utiliza en el sentido de revelar los misterios, de iniciar a una persona en los secretos y es por tanto la transmisión de las técnicas secretas del arte.
En mi modesta opinión, el término -OKUDEN- se utiliza en el sentido de revelar los misterios, de iniciar a una persona en los secretos y es por tanto la transmisión de las técnicas secretas del arte.
-HIDEN- es el término que se usa cuando la intención es ocultar. Es frecuente en estilos chinos y japoneses engatusar con otras significados, otras interpretaciones menos valiosas, mientras se mantienen en secreto esas técnicas, esos conceptos y no enseñarlos. O en su defecto, enseñarlas a quien sea merecedor de ello. Entonces esa ocultación es merecedora del término -hiden-.
Mientras que la palabra más normal o coloquial si cabe, para decir -secreto- es -HIMITSU-.
Los ideogramas expresan el significado correcto.
Okuden:奥伝
Hiden: 秘伝
Himitsu:秘密
Okuden:奥伝
Hiden: 秘伝
Himitsu:秘密
Comoquiera que en Occidente es más de uso común el término OKUDEN, quizá porque lo que intentamos es desvelar los secretos, más que ocultarlos.
Cualquiera que haya leido minimamente, algo sobre karate y artes marciales, sabrá que ha sido utilizado asiduamente por investigadores de la talla de Henry Plée, Roland Haberstzer, Helmut Kogel, creadores de diccionarios de artes marciales como M. y J.B. Ory, y todo un etcétera de personalidades que no voy a enumerar.
Sería por tanto irreverente por mi parte usar otro término. Habida cuenta de que, el más usado y por otro lado, el que me parece más correcto, dado mi interés por desvelar y no ocultar, es sin duda ninguna OKUDEN
Cualquiera que haya leido minimamente, algo sobre karate y artes marciales, sabrá que ha sido utilizado asiduamente por investigadores de la talla de Henry Plée, Roland Haberstzer, Helmut Kogel, creadores de diccionarios de artes marciales como M. y J.B. Ory, y todo un etcétera de personalidades que no voy a enumerar.
Sería por tanto irreverente por mi parte usar otro término. Habida cuenta de que, el más usado y por otro lado, el que me parece más correcto, dado mi interés por desvelar y no ocultar, es sin duda ninguna OKUDEN
Es mi opinión bien documentada.
No es mi interés contradecir, sino aclarar con respeto.
Una de las verdaderas riquezas del mundo es el respeto. Y es para mí todo un honor que un maestro de esa categoría se fije en mí que no soy para nada persona relevante.
No es mi interés contradecir, sino aclarar con respeto.
Una de las verdaderas riquezas del mundo es el respeto. Y es para mí todo un honor que un maestro de esa categoría se fije en mí que no soy para nada persona relevante.
Félix Bargados
sábado, 17 de diciembre de 2016
Miserias y venturas del Karate.
Me parece que, la mayor miseria del ser humano es ser en general infelices. Y creo que lo somos porque porque hacemos depender nuestra felicidad de cosas que no están bajo nuestro control.
Sirva de ejemplo:
Sirva de ejemplo:
Cosas que dependen de otros, como el prestigio.
Cosas que pertenecen a varios a la vez, como por ejemplo el aspecto crematístico.
Cosas en las que para tener éxito, los demás deben fracasar, como la competición deportiva.
Pero hemos de reconocer que en esos tronos, o incluso en el trono más alto del mundo, seguimos sentados sobre nuestro culo. Y a parte, como los hombres nunca estamos seguros de conservar esos tronos, pero sí estamos casi seguros de perderlos algún día…nace la infelicidad.
Para salvarnos de esas miserias, hemos tenido que partir de la alternativa de otros mundos sustitutorios terriblemente inquietantes. Y tiene su gracia, porque así es como hemos tenido que disfrazar nuestro vacío existencial. Poniendo la esperanza en otras cuestiones...
como ideologías,
políticas, etc.
Y en el caso que nos compete, TRADICIONES.
Y, como todas las mentes del mundo son impotentes ante cualquier extravagancia que se ponga de moda (debido al Síndrome de Estocolmo y el culto al terreno seguro) se instauró el “KARATE TRADICIONAL”, bajo la costumbre en boga de la “dictadura de la imagen”.
como ideologías,
políticas, etc.
Y en el caso que nos compete, TRADICIONES.
Y, como todas las mentes del mundo son impotentes ante cualquier extravagancia que se ponga de moda (debido al Síndrome de Estocolmo y el culto al terreno seguro) se instauró el “KARATE TRADICIONAL”, bajo la costumbre en boga de la “dictadura de la imagen”.
Una vez sentado lo anterior, y partiendo de que cada uno escucha lo que entiende y dice lo que se atreve, quizá hemos de aclarar a los poco informados, que KARATE TRADICIONAL no es el karate del amanecer de los tiempos, sino el karate de nuestro tiempo. Re-inventado más que restaurado, a mitad de S.XX por jóvenes universitarios japoneses, a base de derramar viejos vinos y proveerse de odres llenos de otra cosa, que a mí ni me gusta ni me conviene, pero para gustos hay respetos.
Pues bien, la incoherencia que subyace en estos mundos artificiosos, lamentablemente ha alejado al principiante del karate primigenio, que se ha ido diluyendo con el paso de los años. Lo suyo ahora es reconocer que, al final uno se puede encontrar sin saber donde va. Y a fortiori, el que no sabe donde va puede acabar en cualquier otro sitio.
Pero hay una tragedia más común que acabar en otro sitio, ¿hay una tragedia más común que el secuestro del sentido común?
Para entenderlo mejor, hemos de reconocer primero, si obviando los instintos básicos, las cinco cosas que mueven al hombre en sociedad, son las que yo pienso:
INTERÉS, MIEDO, FE, AMOR Y SABIDURÍA.
INTERÉS, MIEDO, FE, AMOR Y SABIDURÍA.
Si esto es así, hasta ahora sólo me he referido a lo que nos mueve por INTERÉS, MIEDO FE; pero, sin lugar a ninguna duda, la salvación existencial del hombre tiene que ver con la función principal del cuerpo humano, que es la de llevar a todas partes el cerebro. Un cerebro movido hacia el AMOR a la SABIDURÍA.
AMOR a la SABIDURIA de un karate lógico y racional.
Pero, cuando las personas somos libres, a menudo y como mucho, lo que hacemos es imitar a otros. Y eso ha generado un mundo marcial donde, si bien la inteligencia se puede tener, y claro que se tiene, la inteligencia también se puede simular con costumbres tradicionales. Y en estas, el motor es la erudición, suele ser una pseudo-sabiduría con dos funciones:
Primero, la desconcertante repetición de técnicas maquinales en katas robóticas, que para mí son más raras que un perro verde.
Bien es cierto que estas son la cuna del karate, pero no es menos cierto que no se puede vivir siempre en la cuna. Hay que crecer hacia los orígenes, que no son precisamente la mal denominada tradición.
Bien es cierto que estas son la cuna del karate, pero no es menos cierto que no se puede vivir siempre en la cuna. Hay que crecer hacia los orígenes, que no son precisamente la mal denominada tradición.
Segundo, aprender los encofrados fundamentos de la era japonesa que escayolan mentes, es lo fácil. Pero estos, pronto enseñan sus feas pezuñas.
Lo laborioso pero enriquecedor, es aprender algo mejor sobre los antiguos conceptos chinos y okinawenses originales del karate auténtico y sus secretos -okuden-.
Lo laborioso pero enriquecedor, es aprender algo mejor sobre los antiguos conceptos chinos y okinawenses originales del karate auténtico y sus secretos -okuden-.
Pues bien estos se descubren a base de un METODO que explicaré, en breve, por si le vale a alguien.
En el próximo artículo.
Una luz natural tan corriente como la luz del Sol y que parece ser obviada, pero a mí me ha valido. A mi me ha ofrecido amplios horizontes despejados y un nuevo placer en cada fresco amanecer.
En el próximo artículo.
Una luz natural tan corriente como la luz del Sol y que parece ser obviada, pero a mí me ha valido. A mi me ha ofrecido amplios horizontes despejados y un nuevo placer en cada fresco amanecer.
Y este método, aunque humilde y sencillo,
me parece en verdad el OKUDEN de los OKUDEN.
me parece en verdad el OKUDEN de los OKUDEN.
Entonces quizá las nubes se diluyan,
y por detrás,
aparezca el sol de algún conocimiento que valga la pena también a otros.
Porque el Sol está siempre ahí,
aunque permanezca
nublado.
y por detrás,
aparezca el sol de algún conocimiento que valga la pena también a otros.
Porque el Sol está siempre ahí,
aunque permanezca
nublado.
Artículo Original de
FELIX BARGADOS.
domingo, 11 de diciembre de 2016
En Karate lo más raro, es lo más normal.
EN KARATE
LO MAS RARO
ES LO MAS NORMAL
ES LO MAS NORMAL
Resulta tan subterráneo como evidente que hoy en día, el verdadero estudiante de karate sea como los ratones coloraos.
Todo el mundo sabe que existen, pero nadie los encuentra por ningún lado.
Todo el mundo sabe que existen, pero nadie los encuentra por ningún lado.
Y esto es tan gracioso como paradójico porque, lo RARO resulta ser lo NORMAL, y la aparente contradicción es que, lo NORMAL pasa a ser RARO.
Vivimos bajo la tiranía de un calamitoso error, que consiste en entender:
NORMAL por HABITUAL.
Pero la inequívoca verdad es que NORMAL se refiere al marco de actuación que está dentro de la norma del sentido común.
Una normalidad.
¿Qué puede haber más normal que se entienda por técnica conseguir la máxima eficacia con el mínimo esfuerzo?
¿O que las técnicas de un kata tengan correspondencia con los movimientos de combate, como hacen los boxeadores con el trabajo de sombra?
Pero lo NORMAL cae en el pozo de las costumbres calcinadas, y la triste realidad es que lo HABITUAL es abismarse en una cierta querencia por lo A-NORMAL. Y por poner algunos ejemplos reales, pondré sobre el tapete los siguientes:
Enfrentarse al oponente chocando con él.
Posturas geométricas idealizadas sin ninguna correlación con la realidad funcional y práctica.
Usar el máximo dispendio energético para realizar el más bello esfuerzo en vez del más práctico.
Explicaciones de los katas, con ataques puestos en fase estática y negligente por actitud expuesta, con el puño en la cadera y en ángulos donde se puede ser atacado.
Salvando más negruras, que no son menos ridículas que decir que la luna está hecha de queso amarillo;
al hablar de imposturas tan peregrinas, no puedo evitar mirar de reojo a lo NORMAL, que sería usar un bello arte marcial como lo es el karate, exactamente para lo contrario:
al hablar de imposturas tan peregrinas, no puedo evitar mirar de reojo a lo NORMAL, que sería usar un bello arte marcial como lo es el karate, exactamente para lo contrario:
Fluir con el oponente.
Cuerpo relajado y fluyente.
Mínimo esfuerzo para el mayor beneficio.
Usar las katas al modo práctico, etc…
Resulta lícito que, para un principiante, dadas sus condiciones de estrechez, darle bolilla en tales aberraciones a modo de un azucarillo, antesala de un cambio posterior más sustancial. Y el motivo es tan simple como infantil, el –facilismo-. Aprender con más facilidad lo que tiene una correspondencia con su mundo marcial de valores de traca, regido por un ego que aprecia cosas como el esfuerzo máximo, el sonido más fuerte, la posición más bella…Pero el panorama más sombrío queda por venir, porque el –facilismo- está casado con el –costumbrismo-. Y, el paso del tiempo no suele privar de que se ancle recalcitrante.
Así están las cosas y así se las cuento:
Lo normal es lo raro.
Lo a-normal es lo más habitual.
Y…en el mundo del karate tradicional,
martes, 6 de diciembre de 2016
EL EJE CENTRAL NOS HACE LIBRES -presentación del vídeo-
EL EJE CENTRAL NOS HACE LIBRES -presentación del vídeo-
Libres...
El hombre ya nació libre.
Desbloqueado.
Pero con el tiempo aprendió a encadenarse.
Aprendió a bloquearse por todas partes. Y para más inri, se buscó la manera de
practicar con método sistemático, como encofrarse aún más; con espurias
costumbres tradicionales labradas a conciencia, como atirantar la espalda, y
con actitudes grotescas de presentar el pecho y forzar los lumbares a fin de
estar más rectos y estancados –ITSUKU-.
Puro veneno.
Tiene su gracia porque…nada está mal si lo deciden cien o mil maestros.
El próximo tesoro
perdido del karate que explicaré, es el solar sobre el cual se construye todo
un karate que merezca la pena. En todo caso, abrazar el espíritu del concepto
que voy a mostrar, seguro que supondrá un bello amanecer plagado de muchas
experiencias…para quien lo entienda.
Me refiero al milenario SEICHUSEN (正中線) SEI: correcta, CHU: central, SEN: línea.
Nada que ver con
poner plomada, regla y cartabón en la espalda.
Estar recto como un poste es tan fácil como falso. Pero no natural. Fácil y
natural a veces juegan en equipos contrarios.
Eje central no significa estar vertical, también uno puede ser animal y persona
libre y doblarse por la cintura o cadera y seguir haciendo bien las cosas. Por
tanto, se trata más bien de disponer de un hilo virtual en el interior que nos
impulsa hacia abajo, y a la vez, nos hace flotar ligeros hacia arriba en medio
de un centro de equilibrio –DAN-TIEN-, permitiendo aflorar con libertad los
juegos de “KI” desde el interior.
Por tanto, Seichusen supone dos principios opuestos –YIN-YANG- que serán
soporte funcional de toda técnica que se precie:
Primero,
HANGINGU-SEICHUSEN, -colgado de un hilo-. Como un péndulo, con la sensación de
un chorro fresco que cuelga y fluye libre como un salto de agua hacia la
tierra.
Segundo,
FUROTO-SEICHUSEN -suspendido de un hilo-. Ligero y vaporoso como un globo que flota
con libertad hacia el cielo.
Ambos conceptos actuando simultaneamente, liberan el cuerpo de la tiranía muscular que estanca el cuerpo, y permiten
generar GAMAKU, -caída interna gravitatoria por el efecto péndulo colgado de un
hilo-, que posibilita a su vez generar ondas ascendentes. Y favorecen además,
transustanciar el cuerpo a CHINKUCHI, -resorte neumático que proviene de un
equilibrio central-. Este es un poderoso tenso-elástico muy consistente,
similar al factor deflexión que también ostenta el bambú, que puede doblarse y
volver con sorprendente energía potencial. Así es como se generan ondas de
choque FAJING, muy refinadas. Que ahora... haciéndome eco del retrovisor de la historia, puedo decir que, ha resultado degradado por el infantil rudimento del KIME que camina por los
tatamis de hoy en día.
Como complemento
de ambos conceptos anteriores, resulta obligado mencionar el principio de la
balanza –MYOUTOTE-. Que permite a través del eje flotante en plena libertad, desenfocar por un
lado y emitir por el opuesto en perfecta armonía –KIAWASE-, ante cualquier roce
del oponente, usando al cuerpo como un gozne hipersensible.
Y por último, el
FUDOSHIN –espíritu imperturbable-. El eje central, supone un abismo tranquilo
de quietud chicha, en alerta silenciosa -ZANSHIN- aún cuando por fuera nos
envuelva el mundanal ruido. Cualidad que reside en mantener la
imperturbabilidad serena del alma Y, alcanzando las cotas más sublimes del
arte, llega hasta tal punto que, movimiento y quietud son ramo de una misma y
sola cosa. En ese punto nos invade la sensación de un misterioso vacío más
hermoso que nunca se haya sentido: El vacío de no necesitarse sujeción de
ningún tipo.
Libre.
Una preciosa cosa que se puede llevar con uno mismo a todas partes, dondequiera que vaya.
Libre.
Una preciosa cosa que se puede llevar con uno mismo a todas partes, dondequiera que vaya.
Más allá de lo
anterior, y como una imagen vale más que mil palabras, y además vivimos en la
época donde los ojos son más testigos que las orejas, prefiero mostrarlo en un
vídeo.
Tan subterráneo
como evidente es que, mucha información es desinformación. Y por tanto, vivimos
la era del curioseo, de la información trivial. Donde ya no se ve, ni se lee
para extraer KENGAKU -estudio profundo que desvela la cara oculta de cada
cosa-. Es entonces cuando leer un escrito de más de cuatro líneas, resulta una
labor titánica, y por añadidura, un vídeo de más de veinte segundos atorra al
mas pintado.
Mis escritos están
fuera de la época. Y las ideas vertidas en ellos más aún, porque se alejan de
valores externos, de la cancamusa de tradiciones sinsentido y de creencias
propias de la moral de rebaño donde chismes y sospechas se confunden.
Paralelamente
baste advertir que, las ideas no son como las manzanas. Si yo intercambio una
manzana con otra persona, ambos seguiremos teniendo una manzana. En cambio, si
intercambiamos una idea, al final, ambos tendremos dos ideas.
Por eso soy partidario de no ocultar las ideas.
Que fluyan las ideas y los secretos que se encierran en ellas.
Las ideas deben fluir entre las cabezas, y a ser posible, por dentro de ellas.
No obstante, las cabezas suelen atrincherarse en mundos de yuppie, regidos por
credos, tabúes, estandarizaciones y estupidizaciones; donde las ideas pasan de
largo sin pena ni gloria.
Y eso no es bueno que yo lo haya sabido, porque así es como NO me esforcé ni un
ápice en que mis escritos fueran cortos, para que así los lea sólo el verdadero
especialista muy interesado en el tema. El vídeo también será un poco más largo
de lo que pueda aguantar un curioso, para que el secreto se mantenga entre los
verdaderos artistas marciales y así los demás se abstengan de banalizar.
Pero…
Si alguien consigue pasar la prueba de fuego, y visionar el vídeo que supera la
paciencia de la gente de a pie, la información seguirá estando fuera del
alcance del vulgarismo, porque si uno sabe lo que hay que hacer y no lo hace,
está peor que antes. Dicho de otro modo, después deberá probarse.
PRACTICAR.
Y…eso ya es otra cuestión. Si leer largo y tendido cuesta, y profundizar en un
vídeo largo cuesta, no digamos practicarlo.
Pero no hay otro modo, porque la carta del menú no es la comida.
La palabra agua no moja.
Un vídeo que versa sobre el agua tampoco.
Una persona podrá estudiar el plano de un monte, pero será un conocimiento
semántico que no pasa de las cejas para abajo.
Por el contrario, no hay nada como un paseo por el monte para sentir su
ambiente, su olor, sus sonidos...
Nada puede sustituir al conocimiento episódico. El cual es la verdadera
experiencia que se cuela hacia abajo y se somatiza en el cuerpo.
Para cerrar el
panorama, y como hablar no cuece el arroz, me pongo en acción desinteresada, y
en breve se abrirá el telón que anuncia la llegada de algo grande que quizá
pueda servirle:
El vídeo prometido.
Félix Bargados
EL OLIMPISMO CIERTO FRENTE A LA DUDOSA TRADICION
EL OLIMPISMO CIERTO FRENTE A LA DUDOSA TRADICION
Desde hace muchos años, grandes organizaciones con altura de miras, intentan
conseguir el dulce sueño de un karate olímpico. Objetivo no sólo lícito sino
lógico por el beneficio publicitario y económico que entre otras cosas supone.
Los detractores del olimpismo, siempre se han escudado en el temor a la
desvirtuación de la supuesta “tradición”, que ha llevado a muchos de la ilusión
al escepticismo, y por último a la accedia.
Tiene su gracia, teniendo en cuenta que el karate
que camina por las calles de hoy en día, es una especie de chucho con pedigrí
de dudoso origen y de rastro nebuloso, cabe preguntarse:
¿Qué es la tradición? ¿Qué es el karate
tradicional? ¿desde cuando el karate se considera tradicional y a partir de que
momento hacia atrás no?
El más común uso del término tradicional se refiere
al manufacturado karate de posguerra fraguado en Japón con un engatusamiento de
tintes estéticos y atléticos en lo referente a los kata, y con el reinvento de
un kumite que prenuncia un tipo de combate con parámetros claramente deportivos
y competitivos.
Quizá otros defiendan como tradicional el karate de
principios del S. XX, con el fundador a la cabeza y seguido de cerca por su hijo
y demás adláteres okinawenses, tratando de niponizar el karate.
¿Y porque no el karate con solera, de caracter
"interno", muy anterior y que se fue desarrollando desde el S.XII,
fundamentado en principios menos físicos, menos ornamentales, y una forma de
combate “próximo” que da sentido a la existencia de los kata?
Quizá en el futuro, el karate olímpico, no menos
deportivo que el que han sugerido los universitarios japoneses de la presunta
“tradicional” época de posguerra, pueda denominarse tradicional, obviando al
karate de épocas anteriores.
Y como que no existe tradición en el mundo que no
haya supuesto la escisión con una tradición anterior, afirmo que, en un mundo
donde la Verdad
es tan difícil de alcanzar, el paraíso se suele encontrar en las medias verdades.
Dicho lo cual, no es menos cierto que, desde que el
mundo es mundo, el hombre imagina cosas y después se hacen realidad.
Pues bien, ha llegado el momento de hacer una
realidad OLIMPICA, sin por ello ser excluyente de ideas anteriores. Donde cada
quien puede quedarse en el punto de evolución que desee, o puede rezar de una
etapa anterior del karate, sin dejar de seguir en paralelo la actual.
Puesto todo esto sobre el tapete, sería corto de
miras denominar “tradición” a lo que es simplemente una costumbre, y no menos
cabestro escudarse en ella. Porque no hay nada más irracional que interpretar
un papel tradicional para disfrazar una triste alienación.
martes, 29 de noviembre de 2016
Más facil es negar que enterarse.
MAS FACIL ES NEGAR QUE ENTERARSE
El primer día que me inicie en el karate, hace ahora bastante más de cuarenta años, me dijeron que lo más importante era la base posicional anclada al suelo. Y todo me encajó cuando me enseñaron el kiba-dachi, mientras de reojo, me llegaba la rígida instrucción de sus kata.
Cual sería mi sorpresa, cuando a la media hora, y a la orden de “kumite libre”, observé a los más profesionales con los talones ligeramente elevados del suelo, obviando todas las posiciones y técnicas que habían practicado severamente con los kata.
Por aquel entonces estuve a punto de abandonar ante tamaña incoherencia.
Pero lejos de pensar que mi intuición era correcta, pensé que no sabía lo suficiente para entender lo básico.
Durante muchos, muchos años, nadie me pudo explicar el porque de tal incoherencia.
Hasta que un día descubrí que la misma era producto de una confusión generalizada; el karate de aquella época ya estaba gobernado, no por uno, sino por dos principios antagónicos que abrían la puerta a los dos mundos del KARATE:
Un mundo crepuscular. El mundo del TEGUMI, que se fraguó concomitante a los KATA.
Un mundo floreciente. El mundo del SHIAI-KUMITE, fraguado desde otra perspectiva muy distinta.
Las ideas que nos alcanzan, no siempre son clarificantes.
A menudo son sólo esbozos de ideas geniales anteriores.
Las ideas son frágiles como el cristal.
Pero…a veces se anquilosan con una fuerza capaz de destruir la lucidez.
Y, es que el ESPIRITU también enferma.
Se que es arriesgado decir estas cosas. Pero también se que el hombre que no arriesga nada por sus ideas, o no valen nada sus ideas o no vale nada el hombre. Por eso me siento obligado a señalar que, a diferencia de las ideas propias que nosotros pensamos, las TRADICIONES, son de alguna manera, la inteligencia de los tontos, que constan de ideas cómodamente agazapadas y ancladas en el fondo de nuestro espíritu, donde a duras penas llega la luz de la inteligencia.
No es estrictamente necesario ser necio para hacer las veces, con la “comodidad” es suficiente. Y a favor de ella nos dejamos arrastrar por ideas que nos posean y nos gobiernen con mecanismos no lógicos, que renuncien al esfuerzo de la interrogación, pero que a la vez tranquilizan nuestra rosada inocencia.
Por eso digo que, para recuperar nuestro despertar en el mundo del KARATE, con una presencia activa, creo que debemos revisar nuestras tradiciones, someterlas a una crítica terapéutica muy saludable.
CRITICA viene de “krino” que significa interpretar.
Cada interpretación implica una superación radical de la inercia pasiva, un cambio de pensamiento audaz, una crísis de pre-juicios que hasta el momento han gobernado nuestras conductas marciales y que tal vez, ya no sean convenientes.
Quien no tiene valor de someter a crítica las tradiciones, comete el error del que cuanto menos entiende menos se orienta.
Con esto no quiero decir que aprender tradiciones esté mal, porque nadie tiene completamente la razón ni nadie deja de tenerla.
Lo que me parece arcaico es mantenerse de por vida en ellas.
Y lo que me parece más conveniente es ensanchar horizontes, volvernos más tolerantes y abiertos y más capaces de comprender tanto la deriva del karate MODERNO, como ciertas IDEAS GENIALES que en un principio dieron origen a una TRADICION, antes de que se distorsionara con el paso de los años y el cambio de las circunstancias. Ahora se que, “las circunstancias cambian la lógica”, y que, más fácil es negar las cosas que enterarse de ellas.
domingo, 17 de abril de 2016
EL “EJE CENTRAL” DEL KARATE AL DESCUBIERTO.
Secreto marcial (okuden)
EL “EJE CENTRAL” DEL KARATE AL DESCUBIERTO
No hay más ventura ni desventura que querer comprender o no querer.
Es plaga de karatekas universales por querer bruñir la superficie del arte, mantener en la oscuridad el entendimiento profundo. La oscuridad a la que está sometido el entendimiento general del KARATE no es la oscuridad en la que todos los gatos son pardos. Es más bien como la oscuridad del que no quiere abrir los ojos.
Hay linces del karate que, cuando se dan cuenta de que no querían lo que sabían, o se ha vuelto obsoleto lo que sabían, entonces abren los ojos para dar mate a peregrinos y vulgares errores, y para aprender lo que querían de verdad.
Y…una vez se abren los ojos, ya no quieres cerrarlos.
El punto es abrirlos.
Y...es de todo punto evidente que, una vez abiertos máxima es de cuerdos ser consecuente en alas de lo que se ha visto con tanta claridad como la que se desprende del agua cristalina.
Dicho sea de paso, si alguien desea abrir los ojos de la mente en este momento, sea un placer hacer pasto de todos, el como abrazar el espíritu del “EJE CENTRAL” (SEICHUSEN) y su vida secreta. Y mostrar a niveles inéditos, como se construye tal monumental experiencia.
Antes de hacer que el KARATE fluya del cuerpo, lo primero es disponerse para una verdadera práctica de calidad. Y, disponerse, es colocarse en actitud (YOI) física y mental, en la cual adoptamos un “EJE CENTRAL” que será el cimiento a través del cual construimos las técnicas del KARATE. Este esplendor renovado sucede en un micro-instante. Pero lo describo profusamente para adquirir los detalles que posiblemente nunca se han dejado caer en una clase colectiva. Una clase colectiva no es lugar para señoríos de tan altos vuelos.
Sin embargo, ahora suena la trompetería que anuncia la llegada de algo grande. Comencemos.
Con el amanecer de una respiración profunda y prolongada, experimentamos la “caída interna gravitatoria” de la respiración y de los órganos internos, como el abandono de una rama responde al viento.
Hay que deslizar la respiración con el discreto encanto de un suspiro de arriba abajo suave como la seda, mientras una sonrisa interior se desploma dentro del cuerpo hasta el fondo del bajo abdomen.
Aceptando el bajo abdomen.
Como echar el ancla en forma de bola del tamaño de un puño.
En definitiva, se trata de recrear la sensación de amplios espacios en el bajo vientre, poniendo en el un poco de energía en forma de peso.
De este modo con una sola descarga se mata un dragón y se consigue un tesoro: liberarse de la rigidez crispada, y aderezarse un poco de presión hacia abajo al espirar. Es con esa actitud de arraigo por sentar toda la energía mental en energía sensible del cuerpo hacia un punto central del abdomen, por la que se acaba de eliminar la coraza muscular y el halo de autodefensa del ego, que cual buitres rondaban siempre la parte superior del cuerpo.
Ha formado lo que en ARTES MARCIALES ha sido tan celebrado a los cuatro vientos: La ACTITUD DE CENTRO (Tan-tien). Aligerado arriba. Enraizado abajo.
Se ha cumplido la primera parte del EJE CENTRAL con éxito.
Ahora bien…sabiendo que si no se estudian las dos partes de una cuestión, no se es íntegro, parece obligado añadir que, si estamos en verdadera armonía, a toda actitud de caída le secunda otra de ascensión óptima.
De crecimiento, que fluye como un río de vida.
La caída genera una onda vibratoria de rebote. Esta dispersión ascendente de energía telúrica sutil, sencillamente exquisita, actúa como una sabia nueva “llena de vida plena” que florece firme por la espalda, con hermosa placidez, hacia la cima de la cabeza, ahora fresca y despejada, y en todas direcciones. Con el motor de la respiración inicial, sentimos una fina línea fluyendo hacia arriba como un delgado haz de luz, y al inhalar, retornamos al sosiego del centro con su maravillosa quietud.
La verticalidad que surge en esta refinada actitud de crecimiento es una experiencia fantásticamente audaz que no muestra ni laxitud ni rigidez.
Inspira una espléndida vitalidad y elasticidad dinámica.
Permitir que suceda el amanecer de esta bendita experiencia.
No como un poste se ha clavado en el suelo, sino como una brizna de hierva se alza suave pero vibrante de vida hacia el cielo, como un rayo de luz celestial en torno al centro, humildemente escondido bajo la tierra.
Acaban de formar el tan ingenioso como extremadamente sutil EJE CENTRAL que desploma todo el peso hacia la raíz. Y la posición, como una suerte de contención gravitatoria; y es ahí donde se hace notar su precioso valor, al transmutar el cuerpo como un hiper-conductor de energía desde el suelo. Todo ha ocurrido en un abrir y cerrar de ojos, y ya estamos gozando de un YOI digno de las mejores estimaciones.
Así es como esta experiencia de éxito que, resumiendo lo dicho, se puede abrazar en dos bellos sub-productos del EJE CENTRAL que se miran pero no pueden ser vistos porque están más allá de toda forma externa:
1- El denominado efecto “COLGADO” de un hilo (HANGINGU-seichusen) nos da el regalo de una transformación, la de sentirnos como un péndulo, siendo el péndulo la cadera que, con pesadez, descansa colgada de la cabeza.
Resulta espléndido. Tan natural como el agua que anda desnuda entre las rocas
2- El inverso que denominamos “SUSPENDIDO” en lo alto de un hilo de agua, (FUROTO-seichusen) que fluye hacia el cielo. Atirantando la espalda pero sin acción muscular larga de las capas exteriores. Sólo así entrarán en juego los fáscias y los músculos antigravitatorios de manera elástica y no rígida. Posibilitando que la cabeza se exprese vaporosa como un globo que, con ligereza, flota libremente hacia arriba, vibrante de vitalidad sobre el chorro fresco de una fuente virtual.
Así es como optimizamos el KI en el interior del cuerpo, que vuela ligero hacia las altas ramas y alcanza todos los rincones del cuerpo cual vivificante sabia de vigoroso árbol. Y, una vez sabiendo que ese no es su medio natural vuelve a tierra para reforzar su raíz. Todo es tan extraño y, a la vez tan familiar…
Ahora reza la pregunta ¿que privilegios tiene manejar las riendas de este centro?
1- Privilegios energéticos:
Todo el cuerpo se desploma en vertical y el peso cae por el centro de las articulaciones, liberadas de esfuerzo, entonces una situación que raras veces se da en el estado ordinario del tono corporal:
La dulce calidez de un que KI se abre como una flor de infinitos pétalos, y fluye por los meridianos, cuando el cuerpo está en completa naturalidad y en una sensación extraordinaria de capital bienestar. Lo que permite transubstanciar el cuerpo, a un poderoso modo tenso-elástico en continuo resorte neumático muy consistente, que transmite las presiones, con un añadido refinado hasta límites espirituales. Me refiero del factor deflexión que también ostenta el bambú, que puede doblarse y volver con energía potencial…Exquisito. Tan joven como la mañana y fresco como las rosas silvestres.
El cuerpo, exteriormente también irradiará la impresión de un potente tentetieso, cuyo vientre es un centro de oro fundido que hace al cuerpo volver a la verticalidad, por mucho que nos alejemos de ella.
Balanceémonos sutilmente de un lado a otro y experimentemos el retorno a la verticalidad donde el músculo que siempre ha sujetado, es relevado por la estructura esquelética, sin esfuerzo (WU-WEI).
Cada vez más pequeño, desplazamientos de bebé hasta alcanzar el fino punto donde cesa.
En ese punto nos invade la sensación de un misterioso vacío más hermoso que nunca se haya sentido: El vacío de no necesitarse sujeción de ningún tipo.
2- Privilegios operativos: Este es el mundo práctico que está detrás. Cuando estamos en contacto amortiguado con el oponente se unen los ejes centrales de ambos contendientes por una “LINEA CENTRAL”. Esto propicia un juego natural, El EMBUSEN o movimiento apropiado para alcanzar el eje central del oponente, lo define el “principio de la balanza”. Las acciones del oponente se compensan gravitando en torno al “eje central” que actuando como gozne hipersensible, dejando al oponente en “punto de presión cero”. El interés operativo radica en ser capaz de “cambiar la linea central”: para “DESENFOCAR AL OPONENTE DE MI EJE CENTRAL”, o en su defecto, usar “EL FAVOR DE LA LÍNEA CENTRAL”, moviendo en este caso el cuerpo en torno al centro de masas que es el punto en el espacio sobre el que gira el cuerpo de ambos contendientes. De modo que, al movernos con la fuerza del oponente, evitamos que este pueda utilizar la energía contra nosotros. Al no haber resistencia, esa energía no tiene nada contra lo que actuar. Sería como si actuase contra el aire.
3- Privilegios espirituales: Mientras el kata, el kumite o el tegumi fluyen por fuera, el interior permanece arraigado, quieto, con ánimo humilde de discreta serenidad grácil y fluida, donde los sentidos y la receptividad en general se ven agudizados. Una agradable sensación de bienestar que con el tiempo y la práctica se transfigura en un maravilloso hábito trenzado en las numerosas técnicas de brazos o piernas del KARATE, que auroran del corazón de una misma fuente mansa que conocemos por CENTRO EN CLAMA. (MUSHIN).
En callado silencio, manso como el agua tranquila de un estanque, EL CENTRO responde en ondas armoniosas al roce de un simple dedo, pero en su insondable interior mantiene el abismo tranquilo de quietud chicha, en alerta silenciosa (ZANSHIN) aún cuando por fuera nos envuelva el mundanal ruido.
Con un centro equilibrado a través del cual todo ocurre, apaciguado como el estanque que después de la agitación cotidiana, su superficie regresa lentamente pero sin pausa a la uniformidad de un espejo y a la calma más absoluta. Cualidad que reside en mantener la imperturbabilidad serena del alma, de tal manera que el interior de uno mismo permanezca invicto ante quien nadie puede hacer nada por mucho que lo intente. Como las rocas del rompiente que permanecen imperturbables aún cuando son azotadas eternamente por el mal embravecido, y…tienen visos de divinidad porque no muestran, ni aún así, trazas de violencia para conseguirlo ni vanidad por haberlo conseguido. A esto se denomina “QUIETUD EN MOVIMIENTO” (FUDOSHIN). Y, alcanzando las cotas más sublimes del arte, llega hasta tal punto que, movimiento y quietud son ramo de una misma y sola cosa. UNA PRECIOSA COSA QUE SE PUEDE LLEVAR CON UNO MISMO A TODAS PARTES, DONDEQUIERA QUE VAYA.
Artículo Original de Félix Bargados.
Todos los derechos reservados.
sábado, 2 de abril de 2016
domingo, 21 de febrero de 2016
" EJE CENTRAL" DEL KARATE.
“EJE CENTRAL”
DEL KARATE
El KARATE y sus katas son
la excusa externa para hacer un viaje interno de liberación y desbloqueos. Y su
grandeza se ha de medir por la virtud interna, no por la forma externa.
Resulta irónico que, el
hombre nació desbloqueado, pero por todas partes hay bloqueos. La alineación rígida
que sufrimos, es producto del rancio abolengo tradicional que sabe a parvulario: posición
anclada, músculos que se apretan, ESPALDA ATIRANTADA HACIA ARRIBA que obliga a
espetar la posición, etc…
Estas espurias costumbres
han llevado al suicidio del arte, han dado al traste a muchas espinas dorsales
y han imposibilitado:
-La transmisión del esplendoroso
“FLUJO DE KI”.
-La consumación sublime de
armonizar con el oponente a través del principio de no resistencia.
Pero el motivo de tanta
impostura es, a causa de que, es más fácil engañarse
que desengañarse.
No hace falta
esfuerzo para dar todo lo que es fácil de entender por verdadero.
No hace falta
esfuerzo para creer que hay que enderezar la postura y atirantarla con los
músculos antigravitatorios, atiesando la espalda como si la cabeza hiciese
fuerza hacia el techo, presentando el pecho con presunción y curvando los
lumbares.
Pues bien, así como hagas
la cama tendrás que acostarte en ella. Hacer la cama,
creyendo lo que dicen “los que saben”, reforzados por el “efecto halo”, es más
fácil que pensar. Pero creer, sin más, adolece de buena visión.
De hecho, es muy corto de
miras obstinarse en no reconocer que, la colocación de la espalda enderezada en
las técnicas es un simple
disfraz de naufrago. A poco que se experimente, se averiguará que el precio que
ha de pagarse por estos vicios disfrazados es transformarnos en una pieza fácil
de desenraizar y desequilibrar, que coloca los segmentos corporales en planos,
líneas funcionales con la fuerza muscular en efecto de ariete que provoca un
vector de resistencia con el adversario, y que estanca la transmisión de las
fuerzas ondulatorias de KI, que deberían conectarse y propagarse por la
espalda.
En la vida, no hacen tanto
beneficio la verdad como daño hacen sus apariencias, y eso nunca fue tan verdad
como en errores que se desprenden de la falta de “eje central”, y que los
entendidos en la materia tememos tanto como el diablo al agua bendita. Me
refiero a la estructura trabada, “ITSUKU”.
De lo dicho, no
hace falta ser un lince para deducir que, de existir algún secreto para
estructurarse, este debe ser sin trucar groseramente el aspecto erguido. Pues
si. Y por cierto, este es el rasgo distintivo, así como el “principio axial”
que supera toda estimación. De hecho, todos los demás OKUDEN (principios
secretos del karate) se construyen a partir de este antiquísimo principio que
ha sobrevivido a las fauces del tiempo.
Nos referimos
al milenario SEICHUSEN (正中線) SEI:
correcta, CHU: central, SEN: línea. Que fluye ligera hacia el cielo por el
centro del TANDEM y que permite aflorar los juegos de “KI” desde el interior.
Pues bien, como
vivimos en la época donde los ojos son más testigos que las orejas, y donde si
se quiere ocultar de la mayoría, un secreto, basta con escribirlo en un largo
artículo…es por lo que prefiero mostrarlo en un video. Y por si, todavía, hay
por ahí alguien que lea, en el siguiente post explicaré paso a paso como
CONSEGUIR EL EJE CENTRAL.
Y para cerrar
el panorama, deseo dejar claro que entendiendo que hay niveles de comprensión,
estoy también a favor de quienes atirantan dramáticamente la espalda como
aconseja el peso de la tradición, porque es mejor que estar mórbido. Pero en
estos momentos ¡que se va a hacer! ya me molestan tanto los refugios de la
ignorancia, que por eso me siento más a favor del discreto encanto del “eje
central” que nos despierta a una plácida sensación de completa transformación:
Cuando vamos a
realizar una técnica, COLGARSE DE UN HILO VIRTUAL sirve para mantener el centro corporal equilibrado como un péndulo que cuelga de un hilo de
goma. Una bola de plomo virtual que corresponde a los órganos internos y
respiración, cae dentro del bajo vientre. Con esta “Caída Interna Gravitatoria”
la cadera desciende un poco más que la cabeza, y cuando la presión llega al
suelo, rebota en vertical, creando el fenómeno SUSPENDIDO DE UN HILO, y en
todas direcciones, en un fenómeno denominado “DISPERSIÓN ASCENDENTE DE LA ENERGÍA ”. Usando así las
fuerzas gravitatorias y centrífugas a nuestro favor y adoptando la forma de la
técnica correspondiente con resultados portentosos.
Otro interés
práctico de este concepto estrella, radica en gravitar en torno a un eje que
compensa las acciones del oponente en un “punto de presión cero”. Y de ahí, aprender a desenfocar dicho eje en
torno a un centro de masas que es el punto en el espacio sobre el que gira el
cuerpo de ambos contendientes, que como flotando en el mundo nos hace participar
de la danza del “IN-YO” del cielo y de la tierra. Y, que a través del “hacer
sin hacer”, aligerándose por completo, disimula el rigor de la rectitud en vez
de simularla. Con esto quiero señalar que, a cada cual su verdad porque así
como es muy fácil creer en algo cuando no se comprende en “algo”, resulta
comprensible que, para no creer en algo, primero es necesario creer y después
descansar el corazón de tantas losas que se han puesto y de tanta niebla que ha
caído en la mente, para por último, tener el coraje de perder de vista la costa
y descubrir nuevos océanos.
Así que no hay
prisa, puede llevar su tiempo aceptar ciertas cosas.
CONTINUARA
...lunes, 15 de febrero de 2016
Defensa personal (Tai-Jitsu) Artsport Felix Shotokan.
¡¡¡ ATENCIÓN !!! cambio de fecha para el taller de defensa personal para principiantes,
se realizara el martes 8 de marzo a las 19h.
miércoles, 3 de febrero de 2016
A cada cual su razón.
A CADA CUAL SU RAZÓN.
Hace un par de días, me ha ocurrido un incidente, que servirá para aportar un nuevo rayo de luz al KARATE ORIGINAL de origen chino (no me refiero a la versión japonesa).
Un supuesto “gran maestro” de cuyo nombre no quiero acordarme por cuestiones de cortesía, ha intentado sin éxito, darme una lección sobre lo que él consideraba una tradición trascendental. A saber, que en un estilo, tal posición se realiza de una manera y en otro estilo de otra. Pues bien, como ayuda explicativa, en ambas me instrumentó tal infantilismo con la rigidez y acartonamiento posicional con la que se enseña a un principiante. Y, para más inri, con la irreverencia que obliga a darse la vuelta y tomar las de Villadiego.
No estoy en contra de las tradiciones, ni del karate tradicional. Lo que estoy en contra es de las estupideces. Y más contra las que van de un profesional a otro.
Un profano, tiene razón en aceptar un patrón posicional estandarizado y rígido para aprender algo. Sin embargo, un MAESTRO hecho y derecho, sabe que las TRADICIONES deben ser TRASCENDIDAS. Las posiciones son transiciones congeladas para enseñar a un profano en la materia. Pero…las posiciones, en realidad no existen como algo fijo y estricto, si no es como necesidad de explicar ostensivamente la parte inicial o el final de los movimientos técnicos. Lo que si nos conviene creer como algo que merezca la pena, es en una POSICIÓN “RELATIVA”, enraizada abajo y flotante arriba como una pelota que fluctúa sobre el agua y permite disponibilidad de movimiento. Dicha posición sería adaptable y cumpliría la misión de contener la fuerza gravitatoria. Y, como consecuencia, el movimiento de karate que de ello se desprendería, sería un continuo fluido que se vehicularía con las técnicas pertinentes.
Agregemos que, por razones fáciles de comprender, las teorías no suelen adoptarse o rechazarse por sus méritos operativos, sino por intereses metodológicos, o en el peor y más común de los casos, con la cancamusa de unos intereses políticos, afinidad temperamental o por simple y llana estultícia. Ninguna de estas últimas es buena razón. Pero, nada me lleva a no aceptar que, CADA CUAL CON SU RAZÓN haga lo que le plazca. Yo no la pondré en un altar y la llamaré tradición. Más bien atestiguo con modesto enfado que, a estas alturas me niego a ser una versión folclórico-nipona del tonto del bote.
Una perspectiva gentil del karate.
UNA PERSPECTIVA GENTIL DEL KARATE
Nunca lo que menos importa debe supeditarse a lo que más importa.
Nunca debería ser la configuración externa o continente el motivo de la práctica, sino los elementos quintaesenciales. A tal alusión, hay una perla de sabiduría Oriental que reza así: Si usas las “técnicas” saldrás derrotado. Esto quiere decir que no son las “técnicas” y su glamour lo que verdaderamente importa, y que por extensión, no es mejor la burbuja del judo porque tenga predilección por las proyecciones, o el deslumbrón visual del aikido porque presuma de más luxaciones. Eso nos colocaría de espaldas a lo que importa. Porque lo dicho; las técnicas, sólo son la guinda del pastel, el acabado final del “vaporoso misterio” que verdaderamente importa:
El aire sutil de la manera de proceder.
El filtro fino de la TECNICA por antonomasia (no las técnicas).
Los fascinantes principios que nos enseñan a hacer más con menos.
No el retorcido mundo de las “mañas” que tanto ruido hace.
Y lo digo porque nos consta que, vivimos la rosada nebulosa era de las artes mixtas, y por extensión, el cameo de un karate mixto, en donde por doquier nos ufanamos en blanquear el karate falsamente, engañando sin mentir al incorporar anárquicamente técnicas de otros sistemas sin tener en cuenta la compatibilidad de los fundamentos integradores. Gustando de lo ajeno más por ajeno que por bueno. Y quien felizmente adolece de la patología de incorporar al KARATE técnicas de otros artes, como un circo de notoriedad apariencial en aras de la coherencia del sistema, es que tiene un conocimiento de los artes marciales, que brilla por su ausencia hasta extremos desoladores.
El KARATE ya tiene en sus katas variedad de técnicas de todas las coloraciones, no sólo las de golpeo. Aunque hay que aprender a verlas todas. Dicho esto, conviene señalar que, lo que diferencia al genuino KARATE "CLASICO" (de antes de 1.898) de otros sistemas, y del prosaico KARATE “TRADICIONAL” que camina por las calles de hoy (impuesto con la restauración Meiji como telón de fondo) son sus valores angulares, no las técnicas. Fundamentos que nada tienen que ver con los impostores de tres al cuarto que abriga el “establishment”, tan acriticamente, en el manufacturado KARATE "TRADICIONAL”, y que actúan con la hecatombe de un igualitarismo inaudito, bajando el listón para que lo entiendan los tontos…como por ejemplo:
-Asociar “kime” con la grotesca rigidez muscular instantánea en el impacto, en vez del espléndido flujo de “ki”.
-Disfrazar las posiciones de equilibrio estático y postureo brutal que deja bastante que desear, en vez del equilibrio dinámico que corresponde.
-Pensar que el concepto “hikite”, es llevar el brazo contrario a la cadera, en vez de ser una compensación del sistema sin necesidad de llevar ningún brazo a un sitio específico.
-Usar la cadera a guisa de impenitente generador de fuerza, en vez de direccionador de la misma.
Y toda una plétora de directrices fuertemente sesgadas, no más aberrante de lo que muchos imaginan, sino de lo que seguro pueden imaginar.
Fundamentos crepusculares en zozobra, más sostenidos que demostrados; y con el talento atlético desperdiciado en katas absurdos que se ejecutan a martillazos y que se antojan una caricatura extrema de la realidad, donde ningún contenido práctico sale vivo de ahí, matando y disecando toda relación con el combate. Escamoteando el “kiko-geiko”, y tan anti-persona como la experiencia nos viene demostrando, por la intolerancia para muchos sistemas locomotores.
Salvando negruras, en la quinta parte de “un paseo por la historia alternativa del KARATE”, he mencionado el TUI-TE. Una versión dulce y gentil del TEGUMI donde imperan las exquisitas técnicas de luxación. Tomaré tal pretexto para abrir el zoom de inspiración y tratar de acercar más algún fundamento del karate señero, a los muchos maestros que tengan aguzado el interés.
PARA ELLO, TENGO EN PROYECTO PERENTORIO, UN VIDEO DONDE ESTA VEZ TOMARÉ COMO HERRAMIENTAS, LAS TÉCNICAS DE CONTROL POR LUXACIÓN DEL KARATE.
Y aprovechando la coyuntura, ilustrare de un modo gráfico con esas gráciles técnicas, como herramienta contingente, la belleza del “CEDER” ante la línea de fuerza que resulta de las acciones del adversario. Esta sencillísima experiencia, tan delicada como expresiva, lleva aparejada el “reconocimiento posicional” de una situación particular, donde encaja siempre con cierta mecánica de un kata, al objeto de finalizar al oponente. Lo cual significa que, una vez capturada su intención, hay que guiarle mansamente hacia un final reconocido; en este caso, todo el torrente de técnicas de luxación que están en los katas. A lo que hay que añadir en todo momento, la elasticidad neumática para poder continuar si el oponente realiza una contra-medida inesperada.
En cualquier caso, el reconocimiento posicional (COMO VEREMOS EN EL VIDEO) viene inspirado por los katas. Por tanto, en un estudio mas profundo de campo y después de laboratorio, hay que actuar correlativamente, como casamentero entre las interpretaciones resultantes y el gesto-forma esquemático de los kata.
Parece claro que el esquema motriz (técnica) de cualquier kata ha sido diseñado sobre los cimientos de la intención de un concepto y para una función práctica, pero que esa función puede ampliarse a otras muchas precisamente por la ambigüedad que rodea a cualquier esquema motriz que se precie de ser un esquema. Todo esto viene a demostrar que si bien la intención conceptual del diseñador prima sobre la función eficiente, es realmente la función eficiente la que valida la intención conceptual. Precisamente, la función eficiente que usted descubre en el TEGUMI libre, como artista por excelencia, siendo fiel a los ingeniosos conceptos OKUDEN (secretos), que son principios naturales monumentales que forman el espinazo del KARATE, grabados en el corazón humano con letras eternas, y por ende, tan penetrantes, que iluminan el espíritu humano de un modo inédito.
Nada que ver con lo superfluo que adorna.
De hecho, cuando se quita lo superfluo queda lo esencial. Y…es que "SÓLO CUANDO BAJA LA MAREA, SE SABE QUIEN NADABA DESNUDO"
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